Redescubriendo las enseñanzas de George Fox

Author: Lewis Benson

Format: 8.5" x 11" Downloadable PDF

Language: English and Spanish

Description: Serie de diez conferencias pronunciadas in otoño de 1982 en Moorestown, New Jersey.

Al leer el siguiente material, me pa­rece necesario mencionar dos co­sas. La primera es la relevancia a­tem­po­ral de lo que George Fox tenía que de­cir sobre el Evangelio Eterno o quién es Cristo y cómo sal­va a la hu­mani­dad. Lewis Benson hace un buen tra­bajo resumiendo muchos puntos cla­ve de la enseñan­za de Fox. Pero no pueden agotar las diez conferencias todo lo que Fox tenía que decir. Exis­ten copias disponibles del con­junto de ocho volúmenes de Las Obras de George Fox, que propor­cionarán al lector una incomparable fuente im­presa de las enseñanzas de Fox.

Lo segundo que hay que mencionar es lo cerrados que han estado mis oí­­dos y los oí­dos modernos al mate­rial que Lewis Benson presenta en las sigui­entes conferencias.No se por qué todos de esta epoca no quieren o no pueden oir este mensaje. Pero aquellos que estan inmersos en la cristianismo, ya sean protestantes, católicos romanos u ortodoxos, tie­nen oidos cerrados. Tienen una vi­sión del problema general al que se enfrenta la humanidad como algo que puede ser arreglado por un Cristo ausente cuya función es ofre­cer la salvación perdonándonos de nuestro pecado in esta vida y arre­glando los problemas de raiz in la proxima. Así, cuando Fox menciona los oficios de Cristo, como Profeta y Maestro Celestial, Pastor y Obispo de nuestras almas, Consejero, Rey, Or­de­nador, etc., podemos mirarlo y de­cir: «¡qué pin­toresco, qué intere­san­te!», pero no vemos estas cosas co­mo algo más que eso. No vemos nin­gún signifi­cado funcional en estos «ofi­cios de Cristo» de los que habla Fox. Sabe­mos que estamos salvados porque hemos recibido el perdón. Des­can­samos en la admonición de que «no somos perfectos, sólo perdonados».

Sin embargo, cuando Fox habla de estos oficios de Cristo, está tratando de la CURA del PROBLEMA que afec­ta a toda la humanidad.